El poder de la Luna


EL PODER DE LA LUNA


Paradójica-mente, en la medida que la ciencia avanza y los descubrimientos tecnológicos se toman al mundo, confirmamos que las generaciones pasadas tenían mucha razón al confiar en la sabiduría de la naturaleza y apoyar en ella la mayoría de sus decisiones.

A través de la historia, los astros siempre han atraído a los hombres, su influencia sobre el comportamiento del ser humano ha sido analizada desde hace siglos. Cada vez se hace más popular la creencia de que la luna y sus distintas fases afectan al comportamiento del cuerpo humano, por eso existen investigadores dedicados al tema para aclarar que es cierto y que no lo es. 

Los calendarios primitivos eran principalmente calendarios lunares, es decir, los meses del año se contaban por ciclos completos de la Luna, por ejemplo, desde una luna nueva hasta la siguiente luna nueva. Una lunación dura, como promedio, 29 días, 12 horas y 44 minutos. Un año de 12 meses lunares es unos once días más corto que un año solar de 365 1/4 días.




Luna nueva: Cuando la Luna está en conjunción, su lado oscuro mira directamente hacia la Tierra, es posible observar el disco lunar a causa de la luz solar que la Tierra refleja sobre él. Es la fase propicia para gestar, sembrar la idea en el interior, la esperanza, el deseo o la iniciativa concreta. Es el momento ideal para la meditación y la introspección. Es el mejor tiempo para iniciar nuevos proyectos, para comenzar cualquier tipo de cura depurativa; es la indicada en la agricultura para arar, podar, efectuar injertos, eliminar las hierbas parásitas o aplicar un tratamiento a una planta enferma. 

Cuarto creciente: Los días que siguen a la Luna nueva, se suceden fases crecientes en las que el porcentaje iluminado de la cara visible de la Luna aumenta progresivamente, hasta llegar a verse iluminado la mitad del hemisferio lunar. A medida que la luna va creciendo en luz, el organismo está más predispuesto a crecer y expandirse. Es el período de la acción. En esta fase aquello que se ha sembrado está en desarrollo, toma impulso, se multiplica.

Luna llena: Las fases crecientes continúan aumentando hasta que la Tierra se encuentra entre la Luna y el Sol, lo que permite que desde la Tierra pueda verse iluminado la totalidad del hemisferio lunar. Es la fase de culminación y expresión. Los procesos se hallan en su máxima expresión. La luna, llena de luz, inquieta los ánimos, desata las emociones y el organismo tiende a alterarse con más facilidad.

Cuarto menguante: Son los días que siguen a la Luna llena, las fases menguantes en las que el porcentaje iluminado de la cara visible de la Luna disminuye progresivamente, hasta llegar a verse iluminado la mitad del hemisferio lunar. Las fuerzas y las energías se vuelcan hacia el interior, un tiempo de disminución, es la oportunidad para la reflexión y la introspección, en esta fase la luna decrece en luz, influye en el cuerpo con la tendencia a desprenderse de todo lo que sobre: se facilita la eliminación de líquidos, grasas y toxinas, es buen periodo para comenzar una dieta de adelgazamiento o una cura de desintoxicación.
Y… vuelve a iniciarse el ciclo, las fases menguantes continúan aumentando hasta que una semana más tarde la Luna se encuentra nuevamente entre la Tierra y el Sol y entra una vez más en la fase de Luna nueva. 


La influencia de la Luna y sus ritmos

Se dice que en la naturaleza, la luna mueve las grandes masas oceánicas de la Tierra, las mareas y el agua en general. Más de 85% del cuerpo humano está compuesto de agua y por eso la Luna influye en el cuerpo humano y en sus emociones. 

En la mitología la Luna es la Diosa Madre, la Reina del Cielo. Expresa el aspecto femenino, contenedor, nutriente, cálido de la persona, el vínculo con lo femenino y la maternidad. En las mujeres rige el útero, el ciclo de menstruación, de gestación y las mamas con que se alimentan los hijos.

La luna alimenta la imaginación, los sueños. En el plano anímico: los humores, el instinto y la hipersensibilidad. La luna simboliza el aspecto más inconsciente del ser humano, está ligada a la memoria que guarda el inconsciente, las emociones, sentimientos, hábitos y creencias incorporadas en la niñez y que subyacen en la personalidad.

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